“…Su estudio goza de importancia propia, más en ciertas etapas educativas donde se atiende a adolescentes, puesto que el grupo de iguales y la identidad social están marcados por los compañeros de clase (Goenechea Permisán, 2014), y para ciertos colectivos, principalmente profesorado y otros agentes educativos. Con buen criterio se han analizado cómo son las actitudes, percepciones y expectativas de familias de culturas minoritarias, en un intento de marcar diferencias (Etxeberria, Intxausti y Joaristi, 2013;Garreta Bochaca, 2008;Santana Vega, Feliciano García y Jiménez Llamos, 2016;Santos Rego y Lorenzo Moledo, 2009; Moledo y Priegue Caamaño, 2011). En paralelo, se han indagado actitudes y percepciones del alumnado perteneciente a esas culturas, con tintes diferenciales (Buendía Eisman, Expósito López, Aguadez Ramírez y Sánchez Núñez, 2015; Leiva Olivencia, 2013; Ruiz Román y Merino Mata, 2009).…”