El artículo examina al arriero como actor económico en el transporte terrestre del Cono Sur, sobre todo en la ruta a través de la Cordillera de los Andes, para enlazar los mercados del Atlántico y el Pacífico. A partir de los manuales de Cargo y Data de la Aduana de Mendoza, se han procesado 120.000 mulas de carga para determinar los lugares de origen y destino, principales rutas, volumen y tipo de carga transportada. El arriero impulsó una intensa actividad en el transporte, el comercio y en la industria vitivinícola; como resultado, este actor promovió el surgimiento de una protoburguesía regional.PALABRAS CLAVE: Arrieros, transporte terrestre, viaje transandino, protoburguesía, industria vitivinícola. El arriero se dedicó al transporte terrestre del Cono Sur en recuas de mulas a través de la Cordillera de los Andes desde el siglo XVI hasta comienzos del siglo XX. A lo largo de ese lapso, el arriero conectó los mercados del Atlánti-co y el Pacífico, sobre todo entre Buenos Aires y Santiago de Chile, y fue un constante animador de la vida económica regional. La importancia del arriero se vio potenciada también por la impracticabilidad de la ruta marítima, pues el Cabo de Hornos y el Estrecho de Magallanes ofrecían obstáculos casi insalvables para la navegación a vela; por lo tanto, era casi imposible emplear esas rutas antes de la navegación a vapor, problema que recién se resolvió a fines del Revista de Indias, 2008, vol. LXVIII, núm. 244 Págs. 35-68, ISSN: 0034-8341 doi: 10.3989/revindias.2008 1 Artículo elaborado en el marco del proyecto 1080210 del Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (FONDECyT) de Chile. siglo XIX. Como resultado, el comercio bioceánico del Cono Sur, durante 300 años estuvo en buena medida, en manos del arriero.En el Cono Sur operaban fundamentalmente cuatro tipos de arrieros: el arriero pampeano-rioplatense; el altoperuano; el transandino y el cisandino. El arriero pampeano-rioplatense circulaba por las provincias de la actual Argentina y Uruguay; prestaba un servicio complementario a las carretas, que eran el medio de transporte por excelencia de esas planicies; en la zona de Jujuy, donde terminaba el camino carretero del norte, iniciaba sus servicios el arriero altoperuano que conectaba el norte argentino con los mercados del Alto y Bajo Perú; en Mendoza, lugar donde terminaba el camino carretero del oeste, entraba en escena el arriero transandino, encargado de cruzar la cordillera de los Andes; y al otro lado de las montañas, en el Reino de Chile, operaba el arriero cisandino el cual era el principal actor del transporte dado que en esta región tampoco había buenos caminos aptos para carretas (salvo la ruta de Santiago a Valparaíso, construida a fines del siglo XVIII por don Ambrosio Higgins).Los cronistas y académicos han examinado algunos de estos arrieros. Concolorcorvo centró su interés en los arrieros rioplatenses y altoperuano, lo mismo que Acevedo y Assunção; por su parte, historiadores chilenos como Cavieres, Muñoz, Cortés, Pacheco y Lorenzo se han interes...