“…La mayoría de las ventajas del aula invertida se relacionan, además de con la citada motivación y satisfacción del estudiantado (Awidi & Paynter, 2019;Chu, et al, 2019), con sus resultados de aprendizaje, tanto en términos de desarrollo de competencias transversales, como de específicas de las titulaciones (Akçayır & Akçayır, 2018) e, incluso, con el reflejo en sus calificaciones (Fornons Jou & Palau Martín, 2016;Gopalan, 2019;Mason et al, 2013;Strelan et al, 2020). Esta metodología permite aprovechar mejor el tiempo de clase a través de planteamientos más activos para el alumnado, permitiéndole mayor implicación en su propio aprendizaje y, por ende, mayor autonomía (Akçayır & Akçayır, 2018;Gaviria Rodríguez, Arango Arango, Valencia Arias & Bran Piedrahita, 2019;O'Flaherty & Phillips, 2015). En un contexto desfavorable a priori, como la docencia a distancia acaecida por la pandemia por COVID-19, el aula invertida puede ofrecer una alternativa atractiva y viable de transmitir y trabajar los contenidos necesarios de una asignatura.…”