Se realizaron dos ensayos para estudiar el efecto de la inoculación de hongos micorrízicos en la producción de trigo de invierno y la rotación de cultivos y dosis crecientes de fertilización, ambos aunados a la implementación de prácticas de agricultura de conservación. En el primero se establecieron los siguientes tratamientos: (1) Inoculación del trigo con los hongos micorrízicos: Glomus mosseae, sin fertilización; (2) aplicación de 200 unidades de N ha‑1, sin inoculación; (3) inoculación + 100 unidades de N ha-1; (4) aplicación de 100 unidades de N ha-1, sin inoculación; (5) inoculación + 150 unidades de N ha-1; (6) aplicación de 150 unidades de N, sin inoculación. En el segundo se evaluó la respuesta, en la producción de trigo, a dos rotaciones precedentes de cultivo: maíz-trigo (G-G) y frijol-trigo (L-G), y cuatro dosis crecientes de fertilización nitrogenada: 0, 100, 150 y 200 unidades ha-1. La producción de trigo, con la inoculación de G. mosseae + 75% de fertilización nitrogenada recomendada, tuvo el mayor rendimiento de grano (5.6 Mg ha-1), y fue 36 % mayor, respecto al testigo con aplicación de sólo 100% de la fertilización, sin inoculante. La inoculación de trigo, sin aplicación de fertilizante nitrogenado tuvo la producción más baja (2.6 Mg ha-1). Por otra parte, la producción de trigo con la rotación L-G tuvo una menor respuesta (R2 = 0.72) a las dosis crecientes de N, y fue donde se obtuvo el mayor rendimiento de grano, con 4.7 Mg ha-1, con sólo 150 unidades de N ha-1, que correspondió a 1 Mg ha-1 más, comparado con la máxima producción de trigo que se obtuvo en la rotación G-G, con 200 unidades de N ha-1. El uso de biofertilizantes inoculados, como los hongos micorrízicos, o por efecto de la rotación de cultivos con leguminosas, como frijol, requiere de dosis completarías de N para potenciar la producción de trigo; sin embargo, es factible disminuir en 25% la dosis de fertilización nitrogenada.