¿festejando Con Los Señores Mochicas? Hacia Una Revaluación De Los Festines Y Comidas Rituales Prehispánicos en Los Andes Centrales

Abstract

Los festines fueron una práctica común y recurrente en los Andes Centrales durante la época prehispánica. Sin embargo, no existe un consenso sobre los criterios utilizados en la caracterización arqueológica de estos eventos. En este artículo revaluamos las evidencias del Repositorio de Ofrendas 1 de Sipán, un sitio Mochica (siglos tres y cuatro dC) ubicado en el valle de Lambayeque, a través del empleo de una variable cuantitativa llamada “peso de carne disponible”. Asociado a la tumba del Señor de Sipán, este depósito contiene centenas de ofrendas de prestigio, pero también miles de restos de fauna. El análisis de estos últimos proporciona nuevas perspectivas sobre la comida funeraria dada en homenaje a este alto dignatario después de su entierro. El uso de la variable mencionada permite evaluar la magnitud de esta comida y muestra la importancia de definir criterios metodológicos fiables para seguir investigando los festines, eventos que constituyen una de las bases de las relaciones sociales y políticas de las sociedades prehispánicas.

Camelid consumption at the Inca ceremonial site Maucallacta–Pampacolca. Zooarchaeological analysis of the “Basural 2” deposit

“…Specimens from those sections of the animal body that are suitable for consumption (like proximal limb sections) appear in greater abundance than expected if the animals were deposited whole, with a marked deficiency of the parts with small content of meat (distal limbs, heads). Such apparent selection is an argument in support that the animals from this sacrificial context were indeed eaten (Goepfert & Alva, 2018). It is worth noting that the numbers obtained from the past analysis of Basural 1 show a similar anatomical distribution among camelids (Marciniak, 2012).…”

Moche Mortuary Pottery and Culture Change

“…A chamber in the adobe floor next to the Lord of Sipán's tomb was filled with copitas mixed with other pottery and many llama bones, for a total of 1,137 vessels. Simply made ceramic human figurines were arranged so as to appear as if they were interacting, such as a group of musicians playing together (Goepfert and Alva 2018:334). Analysis of camelid bones found in this depository indicates that they were the remains of funerary feasts.…”