Cuando se aplicó anteriormente el modelo de Bohr para predecir la energía de estado fundamental de sistemas atómicos de dos electrones, se encontraron valores en exceso negativos de los reales, particularmente en las especies más livianas: ion negativo de hidrógeno y el helio. Inspirándose en el popular juego de las tronadoras y basándose en un comportamiento regular revelado por los datos experimentales, se propone una nueva interpretación ampliada del modelo de Bohr. Según éste, los electrones giran a una misma frecuencia mientras mantienen una posición angular relativa rígida entre sí, en el momento en que se espera que se produzca una resonancia electrónica entre posiciones simétricas en la estructura atómica. Como resultado, se obtiene una separación angular independiente de Z de 106° para los iones similares al helio, con una de discrepancia energética inferior al 0,04 % en el intervalo Z ≤ 12. La simplicidad de la imagen atómica que emerge anima a utilizar el modelo como ayuda didactica en física moderna, química-física y otros cursos universitarios de ciencia e ingeniería.