“…Aunque esta interpretación es positiva para la ciencia escolar, pues revaloriza la clase de ciencia y la ciencia para un futuro laboral, al margen que no deseen trabajar en profesiones de ciencia o tecnología, cuestiona frontalmente el enfoque propedéutico de la enseñanza de la ciencia, tradicional en muchas aulas; en efecto, si la mayoría de los estudiantes, que no tienen intención de ser cientí cos, otorgan un valor global positivo a la ciencia escolar, resulta evidente que los currículos escolares de ciencias y la enseñanza de la ciencia deberían estar orientados para incluir a todos los estudiantes, especialmente los no cientí cos, y no sólo orientados para la minoría de estudiantes que van a ser cientí cos o tecnólogos. A la luz de esta re exión, el eterno debate didáctico entre una ciencia propedéutica enfocada para cientí cos, que suele conllevar la exclusión temprana de los muchos estudiantes que no desean esta vía, y una ciencia para todos (orientada hacia la alfabetización cientí ca, la comprensión pública de la ciencia u otro lema inclusivo similar), parece que debería decantarse hacia la ciencia para todos, en lugar de los enfoques excluyentes para formar cientí cos, como se ha argumentado repetidamente por otro lado y con otras diversas razones (Acevedo, Vázquez y Manassero, 2003;Furió, Vilches, Guisasola y Romo, 2001;Martín, 2003). Este resultado, basado en las actitudes explícitas de los estudiantes, constituye, pues, una evidencia empírica en favor de la opción didáctica de una ciencia para todos y contraria al enfoque propedéutico de la ciencia.…”