Throughout the 1990s and well into the first half of the new century, there was intense activity in Mergers and Acquisitions (M&As) in the commercial banking industry of Western Europe. The frequency of M&As diminished when the 2007-2009 financial crisis hit the markets. One of the last of these activities that took place before the full explosion of the 2007-2009 financial crisis was the cross-border takeover that a consortium made up of Royal Bank of Scotland (RBS-England), Fortis (Belgium-Netherlands), and Santander (Spain) carried out of one of the largest banks in the world, ABN AMRO (Netherlands). A few months later, the write-offs of significant amounts of subprime mortgage securities had affected the balance sheet of RBS and Fortis, with severe strategic consequences. The financial crisis forced RBS and Fortis to withdraw from Latin America but also represented a golden opportunity for Santander to further strengthen its already solid position in the region. This article offers a detailed discussion of these events and concludes with a reflection on the need to further investigate the economic consequences of the participation of foreign banks in emerging countries.Durante la década de 1990 y hasta muy comenzada la primera mitad del nuevo siglo, hubo una intensa actividad de fusiones y adquisiciones en la banca comercial de Europa occidental. La frecuencia de esta actividad disminuyó cuando la crisis financiera de 2007-2009 golpeó los mercados. Una de las últimas actividades de este tipo que se dio antes de la fuerte explosión de la crisis de 2007-2009 fue la adquisición hostil transfronteriza que un consorcio integrado por Royal Bank of Scotland (RBS-Inglaterra), Fortis (Bélgica-Países Bajos) y Santander (España) realizó del banco de gran calibre, ABN AMRO (Países Bajos). Pocos meses después, el balance general de RBS y Fortis se vio afectado por las pérdidas causadas por cantidades significativas de bonos respaldados por hipotecas de baja calidad, con severas consecuencias estratégicas. La crisis financiera obligó a RBS y a Fortis a retirarse de América Latina, pero también fue una oportunidad dorada para que Santander fortaleciera más aún su sólida posición en la región. Este artículo ofrece una discusión detallada de estos acontecimientos y concluye con una reflexión sobre la necesidad de investigar más a fondo las consecuencias económicas de la participación de los bancos extranjeros en los países emergentes.
