He de admitir que he curioseado algunos agradecimientos de tesis para escribir estos, con los que doy fin a esta memoria (cronológicamente, lo siento, aún quedan 300 páginas). Intentaré huir de la autobiografía, del ensayo y del cantar de gesta. Sin embargo, no quiero zafarme de incluir nombres, aunque eso suponga omitir otros, porque le restaría valor al reconocimiento que se merecen. Entiéndase este párrafo como una disculpa para todos aquellos que no son mencionados.En primer lugar, quiero agradecer a mis directores de tesis, Narciso, Isabel y Alberto, todo su trabajo y apoyo durante estos años. No solo han leído numerosas páginas con más erratas de las que quisiera, recibido largos correos y firmado abundantes informes, sino que me han enseñado a desenvolverme como investigador, cuando hubiera dicho que eso era cosa de Herlock Sholmes y Jessica Fletcher. Narciso me animó desde el principio a hacer el doctorado y se ha esforzado en que lo realizase en las mejores condiciones, a gusto y convencido.A mis compañeros del despacho 219 y en especial a Adrián, Enrique y Manuel. Ellos han sido mis ciceroni en la universidad, alegrando el ambiente a base de paseos periunédicos y juegos de palabras, y me han dejado involucrarme en sus proyectos (Juan inclusive). Gracias a Óscar y Luis, pues aunque no hayamos trabajado juntos, nuestros temas se han retroalimentado. No me puedo olvidar tampoco de Pablo ni de Gorka.To the members of the Maude Team, Paco Durán, Santiago Escobar, Steven Eker, Narciso again, José Meseguer, and Carolyn Talcott, who have welcomed me warmly and generously into their group. During this time, we have published two versions of Maude and a centenary article, committed to writing two books together, and met in different conferences and numerous Skype hours. I also appreciate Steven's confidence in letting me contribute to the well-kept Maude code, although the circumstances did not allow us to collaborate in person.