Finger clubbing in inflammatory bowel disease: association with upper small bowel lesions and need of surgery in Crohn’s disease

Abstract

Objective Finger clubbing has been associated with inflammatory bowel disease (IBD). Aims In a prospective single-center study, we aimed to assess the frequency of finger clubbing in a cohort of IBD patients. Whether finger clubbing is associated with clinical characteristics of IBD was also investigated. Methods IBD patients with a detailed clinical history were enrolled. Finger clubbing was assessed by visual inspection. Data were expressed as median (range), chi-square, t-test. Multivariate logistic regression analysis was used to assess risk factors for finger clubbing, when considering demographic and clinical characteristics, smoking habits and chronic pulmonary diseases (CPD). Results Finger clubbing was searched in 470 IBD patients: 267 Crohn’s disease and 203 ulcerative colitis. Finger clubbing was more frequent in Crohn’s disease than in ulcerative colitis: 45/267 (16.8%) vs. 15/203 (7.3%) [odds ratio (OR), 2.54 (1.37–4.70); P = 0.003]. Crohn’s disease involved the ileum (59.9%), colon (4.5%), ileum-colon (25.8%) and upper gastrointestinal (GI) (9.8%). Ulcerative colitis extent included proctitis (E1) (13.4%), left-sided (E2) (43.3%) and pancolitis (E3) (43.3%). Upper GI lesions, but not other Crohn’s disease localizations, were more frequent in patients with finger clubbing [9/45 (20%) vs. 17/222 (7.7%); P = 0.032]. Crohn’s disease-related surgery was more frequent in patients with finger clubbing [36/45 (80%) vs. 107/222 (48.1%); P < 0.001]. In Crohn’s disease, the only risk factors for finger clubbing were upper GI lesions and Crohn’s disease-related surgery [OR, 2.58 (1.03–6.46), P = 0.04; OR, 4.07 (1.86–8.91), P = 0.006]. Ulcerative colitis extent was not associated with finger clubbing [E1: OR, 0.27 (0.02–3.44), P = 0.33; E2: OR, 0.93 (0.24–3.60), P = 0.92; E3:OR, 0.64 (0.22–1.86), P = 0.59]. In ulcerative colitis, but not in Crohn’s disease, finger clubbing was more frequent in smokers [13/15 (86.6%) vs. 99/188 (52.6%); P = 0.01] and in patients with CPD [5/15 (33.3%) vs. 16/188 (8.5%); P = 0.002]. Smoking and CPD were the only risk factors for finger clubbing in ulcerative colitis [OR, 7.18 (1.44–35.78), P = 0.01; OR, 10.93 (2.51–47.45), P = 0.001]. Conclusion In the tested IBD population, finger clubbing was more frequent in Crohn’s disease than in ulcerative colitis. In Crohn’s disease, upper GI lesions and history of Crohn’s disease-related surgery were risk factors for finger clubbing, suggesting the possible role of finger clubbing as a subclinical marker of Crohn’s disease severity.

Colitis Ulcerativa, Reporte de Caso

“…La presencia de acropaquia puede ser un indicador d e l a e n f e r m e d a d i n t e s t i n a l , c o m o l o observamos en nuestro caso, en la actualidad existe diferentes hipótesis asociados a esta manifestación extra intestinal, Olm, et al (8) considera que el origen podría ser por agentes humorales vasodilatadores circulantes del tipo prostaglandinas o la presencia de anastomosis arteriovenosa de los extremos distales de los dedos y la capa de la uña. Romeo et al (9) describió otra hipótesis donde refiere que esta manifestación inusual es secundaria a la impactación plaquetaria en los capilares de las yemas de los dedos, debido a la aparición más frecuente de trombocitosis en la EII, causando hipoxia local y activación plaquetaria, con expresión del factor de crecimiento derivado de plaquetas y factor de incremento endotelial vascular (VEGF). Esta hipótesis también está respaldada por los niveles más altos de VEGF sistémico y mucoso reportado en pacientes con EII activa.…”

“…Las acropaquias fueron significativamente más frecuentes en la enfermedad de Crohn que en la colitis ulcerosa, Kitis, et al, refirió observar esta manifestación en un 15% y un 38% respectivamente (10), además de sugerir un posible papel importante de las prostaglandinas en la patogenia de la enfermedad inflamatoria intestinal, porque sus tasas aumentan tanto en la sangre como en las mucosas. ( 8) Todas estas hipótesis respaldan aún más que las lesiones del intestino delgado, en particular las lesiones del tracto gastrointestinal superior, pueden representar un factor de riesgo para los dedos en palillo de tambor como es la Enfermedad de Crohn pero no descarta su presentación en CU (9). Por lo anterior descrito se sospechó en el caso que a n t e r i o r m e n t e s e d e s c r i b i ó , q u e e s t a manifestación a nivel de manos fuera una repercusión debido a la EII y no a una patología de origen cardiaco, la cual hubiese sido la primera sospecha ya que es la causa más común en pediatría.…”

“…De igual forma se le realizó biopsia hepática por contar con anticuerpos positivos para hepatitis autoimune, reportando hepatitis lobulillar con actividad necro-inflamatoria leve. La histología fue atípica para hepatitis autoinmune (HAI), sin embargo, este paciente cumplió 12/60 en la puntuación para criterios diagnósticos del Grupo Internacional sobre la HAI indicando un diagnóstico probable, cabe recalcar la presencia de anticuerpos específicos y que paciente de igual forma presenta asociación con otra patología autoinmune como el cuadro actual de CU (9). Se Inició tratamiento con budesonida oral por 15 días, metronidazol y fluconazol por cuadro de amebas y micosis respectivamente, en este momento con uso de esteroide sistemico, azatioprina, sulfasalazina, esomeprazol, ácido fólico (5mg/día), sulfato de zinc y multivitaminas como manejo de su patología de base, con el cual el paciente ha Dentro de sus estudios de imagen se realizó ultrasonido abdominal sin alteraciones a nivel hepático, vesícula no distendida u otra estructura, además endoscopia y colonoscopia, donde se evidencio lesiones blanquecinas sugestivas de candidiasis, gastropatía nodular moderada de antro, duodenitis nodular moderada y colitis ulcerativa con patrón nodular moderado ulcerativo en todos los segmentos colónicos, con mucosa edematosa, friable desde canal anal hasta ciego;…”