COMUNICACIÓN ESPECIAL L a aparición de sangre en la orina es la condición relevante de la hematuria. Al margen del significado clínico que posee cualquier hemorragia, la hematuria se eleva por encima del ámbito de la medicina para alcanzar terrenos sólo accesibles desde la historia y la antropología. A lo largo de los siglos se han ido estableciendo relaciones entre lo divino y lo humano a partir de los fenómenos hemorrágicos, entre los que la hematuria ha destacado como uno de los más ricos en significados. La hematuria no es sólo un signo de alarma y de enfermedad limitado al impacto visual de la sangre sino que trasciende el hecho mismo de existir. Algunas culturas la han considerado como una señal de entrada en la adolescencia o un lazo de unión con los dioses. Se trata de pueblos donde la esquistosomiasis es endémi-ca y en los que la presencia de sangre en orina ha llegado a percibirse históricamente como un acontecimiento normal.Del legado del antiguo Egipto se recogen numerosas alusiones a la micción sanguinolenta como elemento ritual 1 . En el libro de los muertos puede leerse: "Los hijos de Ra beben de la sangre del falo de Ra" 1bis . El faraón Akhenatón (XVIII dinastía, hacia 1348 a.C.) instruyó una normativa figurativa para aplicar a las esculturas humanas, a partir de su fenotipo personal, en el que destacaba la deformidad corporal y el edema difuso, muy sugestivos de una avanzada esquistosomiasis 2 . No es difícil conjeturar que padeciera de frecuentes episodios de hematuria, reforzadores de la íntima unión entre faraón y divinidad. Los textos bíblicos antiguos recogen, en muchos pasajes, el valor sobrehumano de la sangre y llegan a describir la transformación de las aguas del Nilo en la primera de las diez plagas de Egipto 3 . La esquistosomiasis 4 y la litiasis vesical 5 , presentes en los restos momificados (Fig. 1), forman parte de las bases etiopatogénicas de la hematuria en las civilizaciones antiguas; aunque no faltan causas como las fístulas vesicovaginales -entre las que destaca la descrita en la momia de la princesa Hehenhit de la XI dinastía 6 -, la litiasis renal y diversos estados de nefropatía, incluyendo huevos de Schistosoma en los túbu-los renales hallados en momias egipcias de la XVIII y XX dinastías (1250-1100 a.C) 7 . Desde entonces algunos pueblos que habitan la zona subsahariana han mantenido una elevada prevalencia de la enfermedad 8 . Allí la hematuria goza aún de aceptación entre las familias y forma parte de los rituales de iniciación en la adoles-FIGURA 1. Akhenatón aparece representado con signos distró-ficos que coinciden con los de la esquistosomiasis.
816F.M. Sánchez-Martín, et al./Actas Urol Esp 2005; 29 (9): 815-825 cencia. Los actuales programas gubernamentales de lucha contra la esquistosomiasis en Ghana no han conseguido disuadir a los habitantes de algunas regiones, en general poco receptivos a las campañas preventivas, de que la hemorragia urinaria es un acontecimiento patológico y no un requisito para progresar en el ámbito social. Para algunas tribus primit...