“…Por otro lado, los compómeros, son resinas reforzadas fotopolimerizables; poseen características similares a los ionómeros con la ventaja de facilidad de colocación y mayor liberación de fluoruro en el proceso inicial. 8,10 Durante los últimos años se han realizado investigaciones in vitro o estudios de cohorte a fin de comparar la eficacia de un elemento frente a otro; se ha observado, por ejemplo, en Olegario da Costa 11 al comparar entre el carbómero de vidrio (CAR -Glass Carb omer -GCP Dental), el compómero (COM -Dyract Extra -Dentsply), y el cemento de ionómero de vidrio (GIC -Fuji IX Extra -GC Corp), en una muestra de 286 niños de 5 a 7 años, por medio del análisis de supervivencia de Kaplan-Meier y la prueba de Log-Rank, que la tasa de supervivencia de las restauraciones con carbómero fue del 3,3 %, por debajo del compómero 61,3 % e ionómero 62,6 %; en Webman et al 12 se observó que en una muestra de 427 obturaciones en molares primarios, en un período de 3 años, hubo una tasa de supervivencia del ionómero de vidrio de 97,42 % frente a una tasa de fracaso anual del 0,86 %, una situación favorable con las tasas de éxito publicadas previamente de otros materiales restauradores estándar como amalgamas o compómeros; en Borges et al, 13 en una muestra constituida por 43 niños de 7 a 10 años, por medio del análisis de supervivencia de Kaplan-Meier y la prueba de Log-Rank, al comparar entre el cemento a base de ionómero de vidrio económico (Vitromolar -Nova DFL) y una resina compuesta de nanopartículas (Filtek Z350 XT -3M ESPE), se observó que las tasas de sobrevivencia de la resina compuesta (93,7 %) fue mucho más alta que la del ionómero de vidrio de bajo costo (62,2 %), además, el análisis estadístico reveló diferencias significativas entre los materiales, mostrando un mejor comportamiento de la resina (HR = 0,15; IC 0,03 a 0,68; p = 0,014).…”