“…Es esencial destacar el papel de las escuelas para fomentar esta consciencia medioambiental, no solo a nivel formativo, sino también como un espacio de transmisión de valores, afectos y modelado de comportamiento (Reyes-Juárez, 2009). Además, se considera que los educadores y padres juegan un papel fundamental en la respuesta emocional de los niños y jóvenes hacia la crisis climática, siendo estas $guras cruciales para la regulación de la respuesta emocional, la búsqueda de bienestar y el fomento de actitudes esperanzadoras (Baker et al, 2020;Cuadra-Martínez et al, 2021). De acuerdo con ello, diversas políticas internacionales han destacado el papel de la educación sobre el cambio climático, como es el caso del Acuerdo de París (ONU, 2015), el cual busca generar una mayor conciencia sobre las consecuencias y riesgos naturales, promoviendo el desarrollo de capacidades de mitigación y adaptación (Prosser Bravo et al, 2022;Tchernitchin & San Martín, 2020).…”