“…Para ello, es importante establecer un modelo de trabajo para desarrollar el talento de los jugadores, como por ejemplo el Programa Integral Deportivo (PID; García-Naveira y Jerez, 2012) en el que el jugador se desarrolla a partir de un entrenamiento sistemático en 4 áreas: actividad deportiva, familia y relaciones sociales, actividad académica y educación-formación. En relación a estos puntos, destacar la importante función desempeñada por el psicólogo con la formación, asesoramiento e intervención psicológica con el cuerpo técnico como líderes deportivos y principales gestores a nivel psicológico del jugador y equipo, por ejemplo en el entrenamiento de habilidades de comunicación, motivación o autorregulación emocional (Álvarez y Chico, 2016;Cantón, Checa y Budzynska, 2013;Castillo et al, 2015);D'Amico et al, 2017;García y Llames, 1992;García-Naveira, 2017;García-Naveira y Jerez, 2012;Gómez-Espejo, Aroca et al, 2017;Hernández, 2016;Martí, 2002;Morilla et al, 2003;Olmedilla et al, 1998;Olmedilla et al, 2004;Ortiz, 2017;Rivas y Aragón, 2003;Villalonga et al, 2015), con las escuelas de padres y mediación deportiva, como por ejemplo en la definición del rol y funciones de los padres y madres, así como el desarrollo del liderazgo hacia sus hijos (Álvarez y Chico, 2016;García-Naveira y Jerez, 2012;Hernández, 2016;Morilla et al, 2003;Ortiz, 2017;Villalonga et al, 2015) y en el desarrollo de proyectos académico de los jugadores, como por ejemplo, el seguimiento de las notas y premiar las buenas calificaciones (García-Naveira y Jerez, 2012;Hernández, 2016;Morilla et al, 2003;Morilla et al 2009: Villalonga et al, 2015.…”