“…Este modelo favorece un aprendizaje memorístico ya que el estudiante recibe gran cantidad de información en poco tiempo, teniendo que ser capaz de procesar y reflexionar satisfactoriamente sobre su contenido. En dicho contexto surge la necesidad de un modelo de enseñanza-aprendizaje en el que las clases sean dialogadas; donde el profesor actúe de estimulador de la participación (Hsieh, 2008), (Vivas, 2006) -planteando actividades variadas (Powell, 2007) y formulando preguntas al alumnado-y el estudiante adopte un papel activo, fomentando el aprendizaje comprensivo (Balid, 2012), la aplicación de conocimientos y la toma de decisiones (Artal, 2012); de forma que la comunicación en el binomio profesor-estudiante sea bidireccional. En este nuevo modelo de enseñanza/aprendizaje, el rol del profesor cambia de la mera transmisión de conocimientos a los estudiantes, a ser el mediador en la construcción del propio conocimiento por parte de estos (Koh, 2010).…”