“…En la actualidad, la aplicación de enmiendas orgánicas no sólo es una alternativa para mejorar las condiciones físicas, químicas y nutrimentales del suelo, sino una opción para inmovilizar los metales pesados solubles (Clemente & Bernal, 2006). Entre los materiales orgánicos empleados con esa finalidad se encuentran las compostas (Farrel, Perkins, Hobbs, Griffith & Jones 2010), los biosólidos (Campos Chaer, Leles, Silva & Santos, 2019) y estiércoles de animales (Sungur, Soylak, Yilmaz & Ozca, 2016: Duarte, Carrillo-González, Lozano & Carrasco, 2019, entre otros. La cantidad, composición y dinámica de la materia orgánica del suelo (MOS) influyen en la movilidad de los metales pesados (Zhou, Wu, Luo & Christie, 2018), así como otros factores abióticos como el pH, Eh, capacidad de intercambio catiónico, contenido y tipo de arcillas, contenido de sales, oxi-hidróxidos de Fe y Mn, etc.…”