No parece haber un consenso ni a nivel doctrinal ni a nivel jurisprudencial sobre el concepto y los contenidos concretos del debido proceso. Pero hay algo en lo que todos los que lo han estudiado parecen estar de acuerdo: el debido proceso es una de las piezas angulares de la moderna civilización jurídica.Pocos temas han suscitado tantos debates y análisis, los cuales, además, no parecen disminuir con el paso del tiempo, sino que cada vez son más abundantes. Lo que ello refleja es que la construcción del contenido del debido proceso es una obra todavía pendiente respecto de la que queda mucho por decir.En México el interés sobre el debido proceso parece haberse renovado a raíz del intenso proceso de reforma a diversos ordenamientos, particularmente en materia penal. Como lo ha señalado Sergio García Ramírez, algunos análisis han pretendido plantear un dilema caracterizado por un enorme simplismo, según el cual, habría que optar entre el respeto al debido proceso y la contención efectiva de la criminalidad. 1 Parecería que la única forma de bajar los altos índices de incidencia delictiva tendría como uno de sus principales requisitos que se hicieran a un lado las exigencias del debido proceso.