Introducción: En la región son varios los centros de ambiente académico que realizan rinoplastia, y la experiencia del otorrinolaringólogo es cada vez más basta en cuanto a estética nasal se refiere. Debido a la alta prevalencia de trastornos estéticos y funcionales asociados, es necesario que el profesional esté capacitado para resolver ambas problemáticas, incluso en el mismo acto quirúrgico. Objetivos: Describir los abordajes y técnicas utilizados en cirugía de rinoplastia en nuestro servicio. Materiales y métodos: Estudio observacional, descriptivo con componentes analíticos, transversal, retrospectivo, de muestreo no probabilístico de casos consecutivos, de pacientes con alteración de la estética y de la funcionalidad nasal que acudieron al servicio de Otorrinolaringología del Hospital de Clínicas, San Lorenzo desde enero del 2016 a junio del 2019. Resultados: Se realizaron 76 Rinoplastias en el servicio, 76,3% de ellos también requirió septoplastia y el 61,8% requirió turbinectomía. El 68% fue de sexo femenino. La media de edades fue de 25,21±8,79 años. El 47,36% de los motivos de consulta fue por obstrucción nasal, seguido de síntomas tanto obstructivos como estéticos en el 42,1%; y el 10,52% puramente estéticos. El 40,78% de los pacientes del estudio refería antecedente de traumatismo nasal. Se realizó la cirugía por abordaje abierto en el 71,05% de los casos y en el 28,95% por abordaje cerrado. Los procedimientos más frecuentes fueron la colocación de Strut Columellar (89,47%), la Resección de Dorso (78,94%) y la Osteotomía (72,36%). La complicación más frecuente fue la epistaxis en el 5,26%, todos ellos con antecedente de osteotomía. El 100% de los pacientes con obstrucción refirió mejoría, y en 3 se vio persistencia de ligera laterorrinia. Conclusión: Se realizaron 76 Rinoplastias desde enero del 2016 a junio del 2019, la mayoría también requirió septoplastia y turbinectomía. La edad promedio fue 25,21 años, y la mayoría del sexo femenino. La cirugía estética en la población masculina fue más frecuente en pacientes con antecedente traumático (p<0,05 en la prueba de xi cuadrado). La mayor parte de los pacientes tenía como principal inconveniente la funcionalidad más que la estética. El abordaje más frecuente fue por vía abierta, y los procedimientos más frecuentemente fueron el Strut Columellar, la Resección de Dorso y la Osteotomía. La complicación más frecuente fue la epistaxis, la cual en la mayoría de los casos se resolvió con métodos tópicos. Todos los pacientes con síntomas obstructivos refirieron mejoría funcional, la laterorrinia fue la alteración más difícil de corregir.