“…El clima es uno de los factores más importantes para el desarrollo de los cultivos, y afecta su producción y rendimiento (Galindo, 2009;Carrasco, 2016;Benique, 2019;Villegas, 2021) pudiendo afectar gravemente la seguridad alimentaria en todas las escalas, pues afecta la distribución espacial y temporal de los rendimientos de los cultivos (Martins et al,2018;Liu et al, 2021); por lo que, para mantener su rendimiento, deben encontrarse dentro de los márgenes apropiados de temperatura y precipitaciones en sus diferentes Por otro lado, su proyección de rendimiento al 2029, tal como se ilustra en la figura 3, muestra una tendencia negativa, reduciéndose a 1.12t/ha. En el camu-camu, la variable determinante sobre su rendimiento, es la precipitación pluvial (tabla 2); lo cual refleja la necesidad hídrica propia de su fisiología y hábitat (Imán, 2001); aun cuando los requerimientos de precipitación pluvial son altos (2,500 a 4,000 mm/año) en suelos aluviales, su estrecha cercanía a fuentes de agua puede asegurar la mayor parte de sus requerimientos suministrados por el sustrato donde se desarrolla; sin embargo, en los suelos de altura, en los meses de menor precipitación o de veranos prolongados, la planta llega a presentar marchitez (Pinedo el al., 2001), situación a la que algunos clones como en el E3-F7, presenta cierta tolerancia a medida que crece y se desarrolla, pudiendo ser una alternativa a esta situación negativa (Aguirre el al.…”