“…Según estas narrativas, la geoingeniería y la capacidad de imponer conductas a la población permitirán afrontar un futuro sostenible. Proponiendo una caracterización parecida 1 , pero que añade el negacionismo y el catastrofismo, Ramos subraya que estos horizontes de futuro están en disputa(Ramos Torre, 2018). Estas disputas se plasman en cómo se piensa el futuro de las ciudades.En tanto que engarzadas en sistemas de gobernanza multi-nivel, las ciudades europeas están inmersas en horizontes de futuro modernizadores ligados a la idea de desarrollo sostenible, marcadas en gran medida por la agenda de recuperación de la UE, la cual da apoyo financiero a las acciones público-privadas y la innovación que permita ir hacia la sostenibilidad y la digitalización, y a la agenda global 2030 desarrollada desde las Naciones Unidas.Sin embargo, como en otros ámbitos de la gobernanza las ciudades adaptan y transforman estas visiones a su realidad local, legitimando ciertas prácticas ya existentes y poniendo en marcha nuevas iniciativas(García Cabeza et al, 2020).…”