IntroducciónEl objetivo de esta revisión es discutir la evolución histórica del tratamiento quirúrgico del cáncer gástrico y su tendencia actual a la técnica mínima-mente invasiva, la cual ya se ha comenzado a desarrollar en nuestro país.Desde 1881, año en que Theodor Billroth realizó la primera gastrectomía, el tratamiento del cáncer gástrico ha experimentado un desarrollo sustancial. Se han logrado importantes avances en el diagnós-tico y tratamiento de esta enfermedad gracias a la cooperación conjunta del mundo occidental con la experiencia lograda por países orientales como Japón, convirtiendo al cáncer gástrico en una enfermedad actualmente de enfoque y tratamiento multidisciplinario entre cirujanos y oncólogos médicos, pero donde la sobrevida de los pacientes es todavía determinada por el acto quirúrgico.Definida inicialmente la técnica quirúrgica a fines del siglo XIX, el trabajo del siglo XX permitió estandarizar la resección gástrica, la disección linfonodal y la reconstrucción biliodigestiva según etapificación del cáncer gástrico. Hoy en día iniciado el siglo XXI, con los avances y resultados obtenidos en el diagnóstico precoz del cáncer, el futuro desarrollo en el tratamiento del cáncer gástrico parece apuntar hacia la "individualización" del tratamiento de esta enfermedad 1 .
El desarrollo de la Asociación Internacional delCáncer Gástrico (IGCA) en conjunto con la Asociación Japonesa del Cáncer Gástrico (JGCA) ha constituido un esfuerzo en aunar criterios entre el mundo occidental y el oriental en el tratamiento del cáncer. Existen sin embargo, diferencias epidemiológicas entre ambos grupos que determinan un enfoque del tratamiento del cáncer gástrico muchas veces diferente.En el mundo occidental, la incidencia del adenocarcinoma gástrico del tercio superior y de la unión esófago-gástrica es cada vez mayor, a diferencia de países como Japón donde el cáncer del tercio distal todavía prevalece. Por lo tanto, el unificar criterios entre cirujanos y oncólogos médicos según resultados obtenidos en el tratamiento entre occidente y Japón se hace difícil 2 . Otra diferencia significativa entre ambos mundos y que se traduce en diferentes estrategias de tratamiento, está dado por la incidencia de cáncer incipiente entre Japón y los países occidentales.Japón ha logrado gracias a un programa riguroso de screening endoscópico alcanzar una tasa de incidencia de cáncer en etapa incipiente cercana al 70% determinando así una sobrevida a cinco años en estos pacientes mayor a 90%; en Europa y Estados Unidos la tasa de incidencia es de 15-20% para cáncer en estadío incipiente 2 . En nuestro país, el cáncer gástrico representa todavía la primera causa de muerte por tumores malignos, con una tasa de mortalidad estabilizada des-