Mujer de 89 años con antecedentes de hipertensión arterial y fibrilación auricular en tratamiento anticoagulante con acenocumarol. Acude a Urgencias por hematemesis de sangre roja y mareos. La exploración física mostraba palidez cutá-neo-mucosa, restos de sangre fresca en cavidad oral, sin inestabilidad hemodinámica. La analítica denotaba anemia normocítica (Hb 7,2 g/dl, VCM 89 fl), elevación de la urea con creatinina normal (78 mg/dl y 0,9 mg/dl) y alteración de la coagulación (AP 4,8%, INR 5,9). Tras transfusión de dos concentrado de hematíes y corrección de los parámetros de coagulación se realizó endoscopia digestiva alta de urgencia apreciando restos de sangre fresca en cavidad gástrica y a través del píloro se observaba un gran coágulo que ocupaba todo el bulbo duodenal (Fig. 1), se instauró tratamiento con fluidoterapia y dosis altas de omeprazol.
EVOLUCIÓNLa paciente permaneció hemodinámicamente estable y no presentó nuevos episodios de exteriorización hemática. A los tres días del ingreso se decide iniciar tolerancia, no obstante dos días después presenta vómitos persistentes sin otra sintomatología por lo que se decidió practicar nueva endoscopia para apreciar en bulbo duodenal una lesión de coloración violácea sin afectación mucosa que ocupaba la práctica totalidad de la luz e impedía el paso del endoscopio (Fig. 2), sugestiva de hematoma duodenal; la resonancia magnética y tomografía axial computarizada practicadas también fueron compatibles con hematoma intramural de duodeno de aproximadamente de 11 x 6,5 cm (Fig. 3), iniciándose tratamiento con reposo digestivo y nutrición parenteral, siendo dada de alta a los 14 días del ingreso con buena tolerancia de dieta normal.