“…Está claro que la determinación basada exclusivamente en caracteres morfológicos no siempre es exacta debido a la influencia de los factores ambientales y al número limitado de caracteres distinguibles. De esta manera, la identificación molecular de las variedades de mango se llevaron a cabo con diferentes técnicas moleculares como el uso de isoenzimas (Degani et al, 1990, Aron et al, 1997, repeticiones en tándem del número variable (VNTR) (Adato et al, 1995, Krishna y Singh, 2007, Begum et al, 2012Sennhenn et al, 2014;Wang et al, 2016), polimorfismos de longitud en fragmentos amplificados (AFLPs) (Eiadthong et al, 2000;Kashkush et al, 2001;Yamanaka et al, 2006;Santos et al, 2008;Gálvez-López et al, 2009), ADN polimórficos amplificados al azar (RAPDs) (Souza et al, 2011;Samal et al, 2012;Hossain et al, 2016;Pruthvish y Chikkaswamy, 2016;Galal et al, 2017) y microsatélites (SSRs) (Surapaneni et al, 2013, Ravishankar et al, 2015, Azmat et al, 2016, Bajpai et al, 2016, dos Santos Alves et al, 2016, Nazish et al, 2017, Guerra et al, 2018. Los resultados revelan diferencias entre las accesiones de mango sin importar el sistema de marcador utilizado, su origen geográfico o su situación genética (cultivares, razas autóctonas o variedades).…”