“…Para tratar de salir de este problema universalista, los investigadores reclaman que se recupere la dimensión local de la crítica referida a las relaciones de poder (subyacentes a la constitución del conocimiento) entre los países productores y consumidores de la psicología. No obstante, lo que se reclama en esta perspectiva no es la adaptación cultural de los instrumentos psicológicos para que se tornen pertinentes y puedan ser aplicados en las organizaciones laborales locales; al contrario, con ello lo que se busca es examinar cómo la diseminación de la psicología tiende a reproducir relaciones de subordinación, por ejemplo, cuando a través de procesos de ajuste cultural, reafirma la validez de la ciencia producida en otros contextos (Pulido Martínez, 2017b, 2018.…”