“…En la Cordillera Occidental se exponen rocas volcánicas y plutónicas de composición máfica a intermedia y sedimentos marinos del Cretácico Inferior a Superior, con edades comprendidas entre 78 Ma y 100 Ma, las cuales se formaron en ambientes oceánicos con afinidad de plateau y arco oceánico (Toussaint y Restrepo, 1994;Kerr et al, 1997;Pindell et al, 2005;Villagómez et al, 2011;Rodríguez y Arango, 2013;Weber et al, 2015;Zapata-Villada et al, 2017). Estas rocas están asociadas a la placa del Caribe, la cual se formó en el Pacífico en latitudes más suroccidentales (Pindell y Kennan, 2009;Boschman et al, 2014;Hincapié-Gómez et al, 2018), e interactuó con el borde continental del norte de Suramérica durante el Cretácico Superior dejando remanentes acrecionados en el borde continental y ocasionando altas tasas de exhumación tanto en la Cordillera Central como en la Occidental (Villagómez y Spikings, 2013;Pindell y Kennan, 2009;Montes et al, 2019).…”