Este artículo explora el uso que hace la Administración pública local de las tres principales redes sociales (Twitter, Facebook e Instagram) con el objetivo de comprobar si los ayuntamientos aprovechan todas sus potencialidades, incentivan la participación ciudadana a partir de la comunicación de la actividad municipal, aumentan la calidad del servicio público, y ensalzan o no los logros de gobierno de sus líderes políticos. Todo ello, teniendo en cuenta los criterios básicos de la comunicación de las instituciones públicas y de la comunicación política, así como el concepto de campaña permanente. Para ello, se ha realizado un seguimiento de las redes sociales de los Ayuntamientos de Barcelona, Sabadell y Manresa, llevando a cabo un análisis cuantitativo y cualitativo en el que se han categorizado aspectos como las llamadas a la participación que hace la Administración, la temática de sus publicaciones, el apoyo o rechazo que consiguen a través de los likes y los comentarios, el contenido de la información (de servicio público, de actividad municipal y de contenido político), y la presencia o ausencia de los gobiernos y sus líderes en los mensajes emitidos. Los resultados evidencian que la Administración pública local no aprovecha las potencialidades que ofrecen las redes sociales para impulsar la participación ciudadana en los asuntos públicos. Aunque su implantación se encuentra aún en una fase inicial, este organismo público local ejerce una comunicación unidireccional, con información de servicio público, pero también con contenido político e ideológico.