Prediction of possible futures is fraught with dangers. Neither the global economic crisis which erupted in 2008 nor the political earthquake which shook Scotland over the issue of independence during 2014 was foreseen by many commentators, if indeed any. Given these experiences, predicting where social work education might be in 2025 is a potentially hazardous enterprise. Nevertheless, the recent resurgence of interest in utopian thinking reflects a widely felt desire to go beyond 'capitalist realism' and to envisage different possibilities -a desire also reflected in political developments in Greece and Spain. This development is primarily in reaction to the dominance of another form of utopian (or dystopian) thinking: neo-liberalism, with its message that 'there is no alternative'. In this paper, I will argue that that search for alternatives has important implications for social work and social work education. Following a discussion of the ways in which neo-liberalism has shaped the profession over two decades, the paper will identify current challenges to neo-liberal social work and social work education and more widely, to the politics of austerity. Drawing on examples from different countries, I will argue that this 'new radicalism' points the way to a more politically engaged social work education.
RESUMENLa predicción de posibles futuros está plagada de tensiones. Ni la crisis económica mundial, que estalló en el 2008, ni el terremoto político, que sacudió Escocia por la cuestión de la independencia durante 2014, fueron previstos por muchos comentaristas, de hecho, ninguno. Teniendo en cuenta estas experiencias, predecir dónde se encontrará la educación en trabajo social en 2025 es una iniciativa potencialmente arriesgada. Sin embargo, el reciente resurgimiento del interés por el pensamiento utópico refleja un deseo ampliamente sentido de ir más allá del 'realismo capitalista' y prever diferentes posibilidades -un deseo que también se refleja en la evolución política de Grecia y España. Este proceso es fundamentalmente una reacción a la dominación de otra forma de pensamiento utópico (o distópico): el neoliberalismo, con su mensaje de que 'no hay alternativa'. En este artículo, se argumenta que esta búsqueda de alternativas tiene implicaciones importantes para el trabajo social y la educación en trabajo social. Tras un debate sobre los modos en que el neoliberalismo ha dado forma a la profesión durante dos décadas, el artículo señala los retos actuales para el trabajo social neoliberal y la educación en trabajo social y más ampliamente, con las políticas de austeridad. A partir de ejemplos de diferentes países, voy a argumentar que este 'nuevo radicalismo' señala un camino hacia una educación en trabajo social más políticamente comprometida.
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