“…Si bien la HT reduce el riesgo de muerte, las secuelas del neuro desarrollo en infantes sobrevivientes con esta condición son diversas, se han reportado alteraciones motoras, cognitivas, neuropsicológicas, conductuales o del lenguaje (Chalak et al, 2021;Dzikienė et al, 2021;Estiphan et al, 2023;Groenendaal et al, 2013;Hortigüela et al, 2024;Martínez-Biarge et al, 2012;Pappas et al, 2015;Pinto et al, 2023;Simbruner et al, 2010;Sutin et al, 2023;Sweetman et al, 2022). Además, de los trastornos en la alimentación derivados de las alteraciones en la succión-deglución, reflujo gastroesofágico, disminución en la motilidad intestinal, hipertono o distonía que afectan la musculatura oro-facial, así como eventos recurrentes de atragantamiento, los cuales determinan cuadros de desnutrición, existe amplia evidencia que la desnutrición en esta etapa temprana de la vida tiene un impacto negativo en el crecimiento físico, considerado indicador relevante de mayor riesgo de alteración en el desarrollo neurológico (Alzamora et al, 2010;Fontaine et al, 2023;Georgieff et al, 2018;Jayakumar et al, 2024;Jensen et al, 2017;Martínez-Biarge et al, 2012Matonti et al, 2020;Park et al, 2023;Prado & Dewey, 2014).…”