“…Los peces del género Centropomus son denominados con el nombre común de robalo, son peces carnívoros (Macés, 2023); varios de los cuales son nativos del departamento de Tumbes, en la zona norte del Perú (Fonseca, 2022;Ordinola, 2020). Los robalos tienen potencial para la acuicultura pues se adaptan al cautiverio, tienen una buena tasa de crecimiento, pudiendo varias de sus especies alcanzar talla comercial en 6 meses, así también pueden resistir bajos tenores de oxígeno disuelto logrando buenos ratios de conversión de alimento (Alvarez-Lajonchère & Tsuzuki, 2008;Arenas et al, 2022;Pedrotti et al, 2018;Souza et al, 2017;Zambrano et al, 2022), los alevines o juveniles de robalos comúnmente ingresan a los estanques de cultivo de langostino (Litopenaeus vannamei), actuando inicialmente como competidores y posteriormente como depredadores; en las operaciones de cosecha de langostino es habitual encontrar varios ejemplares de robalo, esto demuestra su adaptación al cautiverio y su consumo de alimento balanceado de langostino (Sandoval & Ramírez, 2019). El cultivo de robalo se ha realizado de manera experimental en varios países, se ha investigado respecto a la dieta más adecuada para éstos, habiéndose ensayado dietas como: alimento balanceado para peces (trucha y cobia) (con 45 a 50% de proteína), pescado fresco, camarón de río, calamar así como alimentos formulados ad-hoc (Arenas et al, 2022;Baque & Lema, 2020;Hernández et al, 2022;Lemus et al, 2018;Polonía, 2022;Polonía-Rivera et al, 2017).…”