“…Un primer reto es definir si debe determinarse la TSH de forma universal a toda mujer gestante. Sin embargo, dada la baja prevalencia del hipotiroidismo primario establecido en este grupo de mujeres, se recomienda su evaluación para la búsqueda específica en los casos con antecedentes familiares de enfermedad tiroidea u otra autoinmune, en pacientes con bocio, anticuerpos antitiroideos, síntomas de disfunción tiroidea, diabetes mellitus tipo 1, historia de aborto o parto prematuro, infertilidad, historia de radioterapia en cabeza o cuello, al igual que en las mujeres tratadas con amiodarona, interferón o litio, provenientes de áreas deficitarias de yodo, y en las mayores de 30 años [2].…”