“…Las vías clínicas, también llamadas protocolos clínicos basados en la evidencia, han sido definidas como: "herramientas de gestión clínica que organizan y determinan la secuencia y duración de todos los tipos de intervenciones del personal de salud y de servicios hospitalarios para la atención de una condición o un procedimiento específico" (24). Generalmente describen recomendaciones y las actividades que las soportan (muchas de ellas conocidas), algunas basadas en la evidencia y otras en la experiencia previa de la organización; también se describen, los responsables y siguen una secuencia de tiempos y lugares (servicios quirúrgicos) de administración (25). Por otra parte, están los procesos para procedimientos específicos, que proveen recomendaciones prácticas basadas en la evidencia, dirigidas a situaciones o condiciones concretas; estos siguen las metodologías sistemáticas para búsquedas de la literatura, así como la utilización o construcción de revisiones sistemáticas de la literatura de intervenciones a partir de ensayos clínicos controlados o revisiones sistemáticas de intervenciones para procedimientos específicos, que son interpretados por grupos de consenso de trabajadores de la salud interesados en que el procedimiento tenga la mejor calidad, y en incrementar los beneficios y disminuir los riesgos (26); estos han sido liderados por grupos de anestesiólogos especialistas en el manejo del dolor (27,28).…”