“…Entre las posibles estrategias de prevención, se han destacado el soporte asistencial para profesionales enfermos, la formación continuada (tanto en competencia clínica como en técnicas de autocontrol emocional) y la racionalización de las condiciones laborales. Todo ello podría resumirse en el autocuidado del personal sanitario, con los objetivos de: trabajar con calidad, no renunciar a sentirse un profesional competente y preservar la salud mental del personal que atiende a pacientes 1,2,[15][16][17][18][19][20][21][22][23] . En definitiva, la búsqueda de la mejor asistencia a los pacientes no sólo debería basarse en medidas económicas, técnicas o administrativas, sino que también debería tener en cuenta al factor humano, ya que influye directamente en el "arte de la medicina" necesario para que los enfermos reciban los cuidados más apropiados en cantidad y calidad.…”