“…Es decir, aquellos AM categorizados ya sea como autovalentes sin riesgo, autovalentes con riesgo o riesgo de dependencia, además de marcar sus diferencias de su condición funcional otorgada por el instrumento EFAM, también expresan las diferencias de rendimiento en las tres pruebas producto de la edad (Tabla 4, Figuras 2 y 3). Lo anterior podría explicarse dado que los AM clasificados como autovalentes sin riesgo corresponden a aquellos sujetos que han logrado un envejecimiento exitoso 30 , en consecuencia, controlaron los factores que atentan contra su funcionalidad, excepto el envejecimiento fisiológico, por tanto, la pérdida de desempeño funcional en dichas pruebas reflejarían principalmente al factor edad 31,32 . A su vez, aquellos AM que clasificaron como autovalentes con riesgo y especialmente los riesgo de dependencia, corresponden a sujetos que además de la edad, han incorporado facto-res adicionales tales como: morbilidad, estilos de vida, nivel educacional, contexto psicosocial (considerados para la clasificación de EFAM); los que actuarían como variables determinantes sobre el rendimiento en las pruebas, generando mayor variabilidad entre ellos 33,34 .…”