RESUMENLos primeros planes de cuenca previstos en la Directiva Marco del Agua fueron aprobados en España muy recientemente, motivo por el cual todavía no disponemos de estudios que evalúen los resultados de los procesos participativos llevados a cabo. En este artículo se analiza una experiencia participativa que, por su carácter ejemplar y atípico, ha sido considerada una buena práctica: el proceso deliberativo del Distrito de Cuenca Fluvial de Cataluña. Nos interrogamos sobre las consecuencias de la deliberación y, más concretamente, sobre si un buen proceso de deliberación mejora la política de aguas. Es decir, investigamos la relación entre las características procedimentales de la deliberación y sus resultados. Para ello combinamos datos cuantitativos con información cualitativa obtenida a partir de análisis documental y treinta entrevistas en profundidad. Las limitaciones de la estrategia comunicativa, la poca integralidad con la que se planifica la política de aguas y la falta de una cultura política deliberativa son algunas de las debilidades identificadas en el caso estudiado. Concluimos que un buen proceso deliberativo es una condición necesaria pero no suficiente para garantizar un impacto significativo sobre la política de aguas. The first river basin management plans under the Water Framework Directive have been adopted in Spain recently. For thus, there are no studies evaluating the results of the participatory processes carried out. This article discusses a participatory experience that has been considered a good practice: the deliberative process of River Basin Management planning in Catalonia. We are interested on the consequences of deliberation and, more specifically, we want to know if a good deliberative process improves water policy. Drawing upon quantitative and qualitative data obtained from documentary analysis and thirty interviews, we investigate the relationship between the procedural features of deliberation and its results. The limitations of the communication strategy, the lack of comprehensiveness with which water policy planning has been made and the lack of a deliberative political culture are some of the weaknesses identified in the case study. We conclude that a good deliberative process is a necessary but not a sufficient requierement to ensure a significant impact on water policy.