“…Por lo general, la eosinofilia está ausente en esta fase, tal como se constató en el hemograma de ingreso. Las formas inmaduras del parásito también pueden migrar a los tejidos extrapulmonares, como el cerebro, el abdomen (la pared intestinal, el páncreas, el bazo, el hígado, las glándulas suprarrenales, el riñón, los ovarios y los ganglios linfáticos mesentéricos), el tejido subcutáneo y, más raramente, a los testículos, las mamas, el corazón, el mediastino, la glándula parótida, el músculo estriado y la médula espinal, 2,6,7 donde se puede producir una reacción inflamatoria con la formación de quistes, abscesos o granulomas.…”