Nuestro artículo analiza el libro de Elizabeth Anscombe destacando su carácter político. Cuando decimos «político» nos referimos a que desde su publicación opera como un filtro de exclusión de otras lecturas del Tractatus. En especial entendemos este texto como una expulsión a priori de las lecturas que privilegian la influencia de Arthur Schopenhauer. Describiremos las estrategias implícitas y explícitas del texto para dificultar e imposibilitar la lectura del libro de Wittgenstein en clave ética, estética o mística. Señalaremos la distancia que, de modo crítico, el libro de Anscombe construye a manera de canon de lectura. Consideraremos, también, hasta dónde llega la influencia del filósofo de Frankfurt sobre el joven Wittgenstein y la actualidad de una lectura schopenhauereana de la primera obra del pensador vienés.