Este trabajo indaga sobre aquellos atributos compartidos por las diferentes comunidades del primer milenio de la Era Cristiana que podrían ser considerados como “signos de época”. Se propone que, si bien esta exploración es válida, al mismo tiempo supone problemas de escalas, por lo que deben explicitarse los contextos de análisis. En este sentido se plantea que, para el período en cuestión, en una región de 350 km2 que abarca el norte del Sistema del Aconquija y sur de Valles Calchaquíes, el diseño arquitectónico denominado patrón Tafí podría ser considerado un signo de época. Esta manera de construir viviendas fue compartida por varias aldeas, lo que estaría reflejando, junto con otros indicios, una identidad que en algún punto fue colectiva y trascendió los propios límites comunitarios. A partir del estudio en la Quebrada de Los Corrales del particular arreglo espacial de este tipo de viviendas y su relación con los espacios de producción agro-pastoril, se plantea a nivel local la existencia de vínculos de cooperación entre las unidades domésticas de la aldea de Puesto Viejo, por lo que habrían convivido, en simultáneo, niveles de reproducción social familiar, supra-familiar e intercomunitario.