“…Y en simultáneo, lo abre. Apoyándose en las técnicas modernas de creación de imágenes, basadas en la posproducción antes que en la producción a solas (Steyerl, 2018), nos retrotrae a horrores pasados que emergen ante nuestra mirada momentáneamente atónita. Vuelven las guerras mundiales, las invasiones soviéticas, "el espectro rojo", el incendio de Nôtre-Dame, la caída de las Torres Gemelas, el terrorismo televisado de ISIS, la idolatría que los españoles creyeron encontrar en América, el proceso actual de desmonumentalización…Ni siquiera Putin está a salvo de los fantasmas de la historia, pues como señalaba Rafael Poch-de-Feliu hace unos pocos años, Cualquier traspié militar en alguno de los escenarios de la nueva intervención rusa en el mundo, ya sea en Ucrania, en la frontera báltica con la OTAN o en Siria, que se salde con una humillante derrota podría resultar fatal para el régimen político.…”