“…Estos datos coinciden con los aportados por Maslach y Jackson, (1981). Otros estudios consultados difieren del nuestro al manifestar que, en la relación entre el Burnout y el sexo se encontraron diferencias significativas en todas las dimensiones (AE, RP y D), y además difieren también en que fueron las profesoras las que evidenciaron mayores niveles de Agotamiento Emocional (Araújo, fueron las profesoras las que evidenciaron mayores niveles de Agotamiento Emocional (Araújo, 2008;García-Renedo et al, 2004;Lee 1990;Marente y Gestoso, 2008;López-Morales et al, 2006;Rubino et al, 2009;Salanova et al, 2003;Van den Broeck, et al, 2008) , 1981;López-Morales et al, 2006;Macías et al, 2007;Viloria-Marín, y Paredes-Santiago, 2002), lo que deja ver una mayor tendencia de los hombres para el distanciamiento profesional y emocional relativamente a los alumnos, acabando por volverse menos sensibles a las problemáticas que estos presentan y a la ayuda efectiva de sus dificultades escolares y personales, utilizando este cinismo como forma de coping (Schaufeli y Ezmann, 1998). Otras autoras (Abraham, 1986;Maslach, 1982), centran su atención en el doble rol ejercido por la mujer en el trabajo y en la casa como agente potenciador del estrés.…”