El objetivo de este artículo es examinar el despliegue de la fabricación industrial de combustible nuclear en España, una actividad altamente especializada ligada a la Empresa Nacional del Uranio SA (ENUSA) y al suministro de tecnología extranjera (Westinghouse y General Electric). ENUSA surgió, a iniciativa del Gobierno y con el apoyo del sector privado, para satisfacer las necesidades de combustible de un programa nuclear tremendamente ambicioso, que luego se redujo a una cuarta parte de lo previsto. Tras algunos años de incertidumbre, la empresa pública logró superar con éxito las dificultades derivadas de la reconversión industrial y el cambio en la política energética del Gobierno, llegando al siglo xxi como una compañía no meramente superviviente, sino líder en su sector de actividad: su planta de Juzbado (Salamanca) se ha convertido en un referente tecnológico e industrial, con amplias externalidades geográficas y sectoriales. En definitiva, a partir un amplio abanico de fuentes mayoritariamente de origen archivístico, trataremos de reconstruir los orígenes de ENUSA y de buscar en el pasado las razones de su posición actual.