ResumenLas nuevas tecnologías biomédicas han planteado la posibilidad de intervenir en la capacidad de decisión sobre el bien y el mal, es decir, en la evaluación de la moralidad de los actos humanos. Aunque estas intervenciones (genéticas o neurológicas) no pretenden alterar la identidad del individuo, sus planteamientos no lo descartan. En consecuencia, el dilema entre terapia y mejora, en el contexto moral, adquiere especial relevancia. Aunque la terapia intentaría restaurar la capacidad individual para decidir entre el bien y el mal, la mejora biomédica plantea otros objetivos para los que es necesario abordar los fundamentos de la entidad humana, en particular algunos conceptos filosóficos como la identidad y la autonomía. Desde la filosofía moral, el desarrollo del individuo debe estructurarse fuera del campo tecnológico y abordar una perspectiva que considere el factor relacional y la existencia del otro como elemento fundamental para alcanzar la plenitud del ser humano.