“…La habilidad para gestionar las reacciones emocionales en entornos de atención complejos, i. e., procesos migratorios o situaciones de necesidad, es fundamental para los trabajadores sociales, por lo que la inteligencia emocional puede ayudar a los estudiantes y futuros profesionales a manejar sus reacciones emocionales de manera más efectiva (Grant, Kinman y Alexander, 2014;Millán-Franco, Gómez-Jacinto, Hombrados-Mendieta, García-Martín y García-Cid, 2019;O'Connor, 2020;Sewell, 2020). De la misma forma, en la visita domiciliaria, entendida como una técnica inherente al trabajo social, la competencia emocional juega un papel fundamental, por lo que las respuestas emocionales de los profesionales durante este proceso tienen grandes implicaciones en el éxito de la intervención social (Cook, 2020).…”