“…Ahora bien, es cierto que es posible encontrar tempranamente en la disciplina una preocupación por lo colectivo y los fenómenos socioespaciales, especialmente en la obra de precursoras como Jane Addams en Estados Unidos (Addams, 2013(Addams, , 1985Álvarez y Parra, 2016;Font-Casaseca, 2016) o en la preocupación puesta en el entorno de las familias y sujetos de atención, en la obra de Mary Richmond. Sin embargo, durante mucho tiempo, ha predominado la lógica del desarrollo comunitario como forma de intervención social colectiva en trabajo social, lo que puede ser criticado por varias razones: en su acepción original en los trabajos de sociología clásica, el concepto comunidad haría referencia a formas de relaciones sociales propias de sociedades premodernas, en contraposición a la idea de sociedad (Duarte, 2016;Ramos-Feijóo, 2000) y, en el contexto del capitalismo moderno, las condiciones urbanas estructurales tenderían a la disolución de los atributos propios de la comunidad, tales como redes sociales caracterizadas por lazos fuertes y vínculos principalmente primarios, acotados a un espacio geográfico reducido.…”