“…La otra mitad asocian talla baja, y son estos los casos en que, habitualmente, se han descrito otras manifestaciones, como dismorfia facial, alteraciones psicomotoras y del lenguaje o anormalidades esqueléticas (Tabla 2), aunque la relación con la hipertricosis es discutida. 4,5 La benignidad del proceso en los casos sin manifestaciones asociadas hace improbable que las familias consulten por este motivo y, más aún, que sea reconocido como una patología por el profesional sanitario o que decida su comunicación científica, con lo que es posible que esta entidad sea mucho más frecuente de lo esperable por los escasos casos reportados. Sirve de ejemplo nuestro caso, en que la consulta inicial no estuvo motivada por el vello anormal en los codos (curiosamente, tampoco por el inicio precoz de vello púbico antes de los 8 años en niñas o pubarquia precoz).…”