In the five hundred years of the Discovery: Colones and Pinzones of the Microbiology En 1992 se han completado quinientos años de gloria para Cristóbal Colón. Pero… ¿toda para él y nada para los otros? Hubo predecesores, hubo quienes compartieron sus ideas y quienes lo orientaron y hasta lo acompañaron en su aventura. Al celebrar los cinco siglos del gran descubrimiento nos vienen a la mente situaciones similares, no en el campo geográfico, sino en el de nuestra especialidad médi-ca. Parker y Leikind 1 sostienen que, en este terreno, hay muchos que recolectan perlas ("cuentas" dicen ellos) y muy pocos que las ensartan para formar un collar. Recordando el 12 de octubre de 1492, preferimos hablar de Colones y de Pinzones, para referirnos a quienes hicieron los grandes descubrimientos o invenciones y a los que contribuyeron con sólo una perla al avance de la ciencia, respectivamente. Por ahora, a fin de no aburrir al lector, contentémo-nos con el terreno de la microbiología y con citar apenas algunos ejemplos escogidos.Roberto Koch fue, sin duda, un Colón. Sin embargo, como si todos sus hallazgos no bastaran a su gloria, suelen atribuírsele, ligeramente, algunos que no hizo. Entre ellos, el de los medios de cultivo sólidos, que permitieron un avance fabuloso de la microbiología, proporcionando un substrato para el fácil aislamiento e identificación de las distintas especies de un cultivo polimicrobiano. Aquí la lista de los Pinzones es extensa, comenzando por Bartolomeo Bizio, quien en 1823 describió, aunque erróneamen-te, la especie bacteriana de nombre más antiguo en la actualidad: Serratia marscecens. Para aislar el principio infeccioso que producía el prodigio de "la polenta sangrienta" 2 , Bizio utilizó trozos de papa, que le permitieron ver cómo la colonia bacteriana -que él estimaba un hongo-enrojecía progresivamente y luego se marchitaba. Casi treinta años después, Ehrenberg lograría revivir la Serratia en un pedazo de carne seca, que inoculó en papa hervida y luego en rebanadas de pan y de queso 3 . El gran avance vino con Colón… perdón, con Koch, quien, buscando una substancia con la cual solidificar sus caldos, dio con la gelatina. Koch tenía la visión genial de lo que significaría un medio sólido para el desarrollo de la bacteriología y buscaba directamente su camino a las Indias. Dio con el sendero equivocado, porque la gelatina se licuaba a los 35 grados de la estufa de cultivo, en tanto que algunas bacterias capaces de crecer a 22 grados, temperatura que permitía su solidificación, se la "comían" con sus enzimas proteolíticas.En este momento aparecen los Pinzones, en este caso marido y mujer: el matrimonio Hesse. Walter Hesse fue un inquieto médico alemán, quien habiendo "hecho una pasadita" por laboratorio de Koch, quedó tan entusiasmado con la bacteriología que, de vuelta a casa, se puso a estudiar las bacterias que pululaban por el aire de su estudio. Frau Hesse, diligente y abnegada, se esforzaba en la cocina preparando los caldos para las bacterias y la sopa para su marido, con las necesarias di...