El cambio climático es un fenómeno natural que contribuye a la aparición y proliferación de plagas y enfermedades dañinas para la agricultura. Estas plagas se han combatido con sustancias químicas que son potencialmente dañinas para el medio ambiente y para la salud humana. Por lo que, se han generado diversas alternativas, entre ellas, se encuentra el control biológico; el cual, utiliza enemigos naturales de las plagas para su supresión. La efectividad de los organismos usados como agentes de control biológico generó un creciente mercado de consumo. No obstante, aún se requiere diseñar procesos industriales que permitan la producción de bioplaguicidas con la calidad necesaria para su aplicación en campo.