“…Dado que todo conocimiento nuevo se genera a partir de conocimientos previos (Alfiyansah et al, 2020;Guevara y Macotela, 2006;Guevara et al, 2008a; Aunio y Räsänen, 2015), la limitada asimilación de los elementos fundamentales del aprendizaje en el área matemática puede generar consecuencias negativas para el desarrollo académico de los estudiantes (Alfiyansah et al, 2020;Guevara et al, 2008a;Orratia, 2006; Aunio y Räsänen, 2015;SEP, 2017), tanto en el momento de la enseñanza como un retraso que puede permanecer a lo largo de la formación académica (Díaz y García, 2007; García, 2007; Huber et al, 2013; Aunio y Räsänen, 2015; SEP, 2017) e incluso podría agudizarse conforme el estudiante avance en los grados escolares (Díaz y García, INEE, 2015;Larrazolo et al, 2013;Martínez-Rizo, 2015;OCDE, 2015; Aunio y Räsänen, 2015). Por lo tanto, es indispensable que la evaluación empiece desde los primeros años escolares para conocer el desempeño académico matemático, como lo señalan Guevara et al (2008a).…”