El presente artículo expone el proceso de adaptación del test de Rorschach a una modalidad táctil. Se busca precisar y confirmar si una persona con ceguera tiene la posibilidad de reconocer y localizar las apercepciones descritas por terceros, a partir de patrones visotáctiles, mediante la corporización de las características morfológicas que se encuentran en las manchas de tinta del test. Esta investigación aplicada utilizó una matriz de análisis basada en la semiótica peirciana para identificar y confirmar la posibilidad de sustituir los diferentes elementos morfológicos constituyentes del signo plástico: textura, color y contorno, y llevarlos a una versión táctil. Los resultados demostraron la posibilidad del cambio de formato representacional para el reconocimiento de los atractores y atrapar, desde otra modalidad sensorial, los qualia como representaciones mentales de las cualidades perceptuales e interpretativas de las manchas del test y constituirse como una propuesta de material para la enseñanza inclusiva.