El neoliberalismo no ha escapado a las crisis recurrentes que el capitalismo ha experimentado históricamente. La emergencia del modelo neoliberal como parte de las imposiciones de las élites económicas de los países desarrollados en el llamado Consenso de Washington, se da a partir de una crisis de sobreacumulación, por lo cual, se dio una implantación de políticas liberalizadoras que tenían como propósito que el capital invadiera esferas anteriormente exclusivas del Estado como la privatización del suelo, riquezas del subsuelo, bosques, agua, empresas públicas, sistemas de salud, sistemas educativos, sistemas de pensiones etc., fenómeno que el geógrafo inglés David Harvey (2005) llamó acumulación por desposesión, potencializándose el libre mercado a partir del desarrollo de las nuevas tecnologías de la información y comunicación con su piedra angular la internet (Castells, 1999), que solidificaron los procesos de globalización económica.