“…El AC y la acreditación han instalado en el centro del debate el tema por la calidad y una cierta lógica de razonamiento y prácticas de evaluación que no se encontraban del todo desarrolladas al interior de las instituciones. Asimismo, se perciben cambios significativos en el ámbito organizacional, en cuanto a la formalización de la dirección y orientaciones estratégicas (planes de desarrollo), una mayor apertura a la participación académica y diálogo sobre calidad, generación de información para la toma de decisiones y diversos ajustes, y una tendencia hacia la profesionalización de la gestión institucional y de la docencia impartida (silva, 2005;sepúlveda, 2005;Peña, 2005;Lemaitre, 2005;Mora, 2006;González, 2008).…”